Shlomo Slutzky, periodista del Grupo Clarín, tiene una pluma venenosamente anti-israelí. Obama decidió no perder el tiempo con pavadas y cargarse al hombro el proceso de paz entre israelíes y palestinos. Bien por la iniciativa. Sin embargo la tiene complicada: la ANP está dividida en dos, por un lado Al-Fatah y por el otro Hamás, uno peor que el otro. Y del lado israelí hay un gobierno de derecha, aunque debemos recordar que los gobiernos de derecha han tenido más exito llevando a buen término las negociaciones de paz. En parte, porque la oposición de izquierda apoya y acompaña el proceso de paz.
El plan de paz de Obama no es nada del otro mundo: es lo sensato. Es básicamente lo mismo que se trató en Camp David II y que Arafat rechazó tajantemente: "solución de dos Estados, Jerusalem Este como capital del Estado Palestino, y no derecho al retorno irrestricto de los nietos de los una vez refugiados palestinos". Es lo que todo el mundo más o menos piensa como la solución razonable e imperfecta a un conflicto complicado. ¿Tierras por paz lo llamaban antes?
Y sin embargo Slutzky lo reporta de una forma casi irrisoria: "Alerta israelí ante un plan de paz de Obama". La enorme mayoría de los israelíes adhieren a la solución de dos estados si los palestinos abandonan definitivamente el terrorismo, y si bien el tema de Jerusalem va a causar algún que otro revuelo, eventualmente se llegará a algún tipo de acuerdo. No es algo en lo que no se haya cedido en Camp David.
Si fuera Shlomo Slutzky me preocuparía más en cual va a ser la postura palestina ante la lógica negativa a que millones de descendientes de los refugiados palestinos emigren a Israel.
¿Hamás aceptará la solución de dos estados?