martes, agosto 15, 2006

Medio Oriente y America Latina

Los invito a leer este muy buen artículo, sobre Medio Oriente y Latinoamerica, escrito por Leo Naidorf. No trata especificamente el tema de "la prensa" pero si trata otros temas intimamente conexos. El texto ha sido extraido de http://www.hagshama.org/es/recursos/view.asp?id=2102
Saludos, dejen comentarios y si pueden difundan el blog!

Cuestión de modas: de Medio Oriente y America Latina

"Con qué naturalidad aceptamos que Hezbollah, que puso la bomba en la AMIA, diga ‘hay que borrar a Israel del mapa’. ¿Qué vas a negociar? Si tus vecinos dicen ‘hay que borrar’...Por supuesto que yo no quiero una guerra ni quiero estar tirando bombas. Pero hay circunstancias en que no tenés más remedio. Claro, ser pacifista así es muy sencillo. Lo más importante acá es que haya una paz entre Israel y el Líbano, que es un país donde Hezbollah, plantea el aniquilamiento, no de Israel sino de todo aquello que no sea de su doctrina fundamentalista. A los cristianos también le dieron tabaco”.

Esta cita no corresponde al presidente de la AMIA, ni tampoco a algún propagandista de turno del imperialismo occidental que la imaginación maniquea suponga. Pertenece simplemente a Mauricio Rosencoff, histórico militante tupamaro y actual miembro del Frente Amplio, la coalición progresista de izquierda que hoy dirige los destinos del hermano país uruguayo.
Vale la pena mencionarlo, porque pareciera que hoy ser progresista en América Latina es apoyar el accionar de las milicias radicales de Hezbollah que hace tan sólo 14 años hicieron estallar dos edificios en Buenos Aires, llevándose sus ruinas y también 110 vidas inocentes. Pareciera que ser progresista hoy, en nuestra región, es tratar al Estado de Israel como a un estado genocida, una especie de organización ilícita judía destinada a la masacre del pueblo árabe.
Esta es la imágen que algunos intelectuales y militantes políticos intentan sostener desde las páginas de los peródicos y los discursos de barricada. Adolfo Perez Esquivel, Eduardo Galeano, Sandra Russo, Beatriz Sarlo, Horacio Verbitzky, León Rozitchner son algunos de los prestigiosos nombres que ensalzados en esta moda intelectual abonan a dichos juicios.
Para ellos, las víctimas civiles de esta guerra sólo son libanesas. Las víctimas israelíes que soportan desde hace años los ataques certeros del Hezbollah son el precio a pagar por la presencia israelí en la región. Ellos, en el discurso progresista, no cuentan.
El problema es que la soltura con que despliegan sus argumentos en las páginas de los periódicos o en volantes partidarios refieren al Hezbollah como si se tratara de algún grupo de liberación nacional o defendieran algún propósito noble mediante su accionar.
Digamos que no es muy exacta esa definición. Hezbollah es una milicia chiita que adscribe al radicalismo islámico que instaló en 1979 el Ayatolla Komeini en Irán. En su carta fundacional, Hezbollah plantea la guerra santa contra el enemigo occidental y en especial la destrucción del Estado de Israel con el objetivo de instalar en Jerusalem la capital de un pan-islamismo, es decir una constalación de naciones teocráticas musulmanas, que combatan la presencia de Israel en Medio Oriente entre otros “nobles” objetivos que se proponen.
Hezbollah fue creado a principios de los años ochenta por la “Guardia Revolucionaria de Irán” en el sur del Líbano, sucediendo de ese modo a la guerrila “Amal” que se destacaba por perseguir por igual a palestinos y cristianos en suelo libanés. En nuestro bendito suelo latinoamericano se encuentra no sólo el refugio de parte de sus militantes sino de sus fuentes de financiamiento con epicentro en ese paraíso terrenal que es la Triple Frontera.
Para más precisión, en Argentina tuvieron su carta de presentación con dos atentados: en 1992 a la Embajada de Israel con 25 víctimas y en 1994 en la AMIA con 85 ciudadanos asesinados sin más. Sólo la red de complicidades impidió que hasta hoy el Estado argentino condenara y apresara a los responsables ideológicos de esos atentados.
El 12 de julio de este año la guerrilla progresista de Hezbollah secuestró dos soldados israelíes y asesinó a otros ocho en pleno suelo israelí. Desde ya que no había una reivindicación territorial porque Israel no tiene ninguna disputa de ese tipo con el Líbano. Tan sólo buscaban coronar años de bombardeo al norte israelí con un extorsivo reclamo de intercambio de prisioneros. La gran carta de defensa del gobierno libanés fue entonces desconocer el hecho y deslindar responsabilidades sobre el accionar de Hezbollah que, para colmo de males, forma parte de esa misma coalición gubernamental en el Líbano, participando con dos ministros.
Esta coartada duró poco. El 2 de Agosto de 2006, el diario La Nación publicó un reportaje al diputado de Hezbollah, Amine Sherri declaró que el accionar de su organización está avalado directamente por el primer ministro Fouad Siniora.
Por si esta cita resulta caprichosa, el 8 de Agosto de 2006, el diario Clarín publicó un reportaje al presidente libanés Emile Lahoud, quien entre otras cuestiones declaró que el principal problema del Líbano es la presencia palestina en su terriotorio, que en Estados Unidos le enseñaron que una guerra de guerrillas es la mejor forma de destruir a Israel, que las decisiones las toma en conjunto todo el gobierno, incluido el Hezbollah y que bajo ninguna circunstancia obligará a la milicia chiita a desarmarse.
Hoy la intelectualidad progresista latinoamericana, tan sensible a la manipulación del lenguaje, acepta que el Hezbollah sea llamado “la resistencia” y que esa resistencia se legitime ante el enemigo israelí. Vale recordar que fue Siria y no Israel el que invadió y tomó el control político en el Líbano durante casi 30 años. Seguramente deben haber escrito muchos artículos denunciando que Siria intervino el Líbano y que desde entonces controla los movimientos políticos libaneses a fuerza de crímenes y represiones a su sociedad. No se molesten en buscar, en realidad nunca han escrito ni una línea de esto. Tampoco han denunciado que la dominación siria está dirigida por Irán, cuyo presidente no se aburre de negar la existencia del Holocausto y llamar a la destrucción del Estado de Israel. En cambio, nuestros intelectuales progresistas prefieren aplaudir o callar frente al presidente venezolano, Hugo Chavez, que en un mes hizo el doble movimiento de retirar su embajador de Israel y visitar Irán en apoyo al pobre presidente Ahmadinejad que tanto hace por la paz. O festejan algunos, y callan otros, las payasadas del presidente español Rodriguez Zapatero que arenga a favor del Hezbollah olvidándose que del radicalismo chiita surgieron los atentados de Atocha.
Para ellos, Israel es genocida y Hezbollah un grupo de beneficencia. Y para ellos, nosotros somos reaccionarios, opositores a la paz y fascistas por oponernos a la presencia de Hezbollah en la región y al financiamiento que reciben desde nuestra propia frontera. Para colmo, insisten en involucrar al pueblo palestino, que lucha por su autodeterminación, en las peripecias de Hezbollah que sólo persigue la guerra santa y la destrucción de Israel.
Pretenden hacernos creer que el gobierno libanés no controla el accionar de Hezbollah. Que el apoyo de Siria e Irán es una confabulación. Todo esto le es funcional al progresismo de nuestros queridos intelectuales y al socialismo de los militantes del Partido Obrero porque creen que así llegan a Bush.
No, señores, esta vez no. Respetamos mucho la historia y la valiente lucha política e intelectual que Perez Esquivel, Gelman, Galeano, Verbitzky y tantos otros han desplegado por el respeto de los derechos humanos en Argentina y en el resto de América Latina. Pero esta vez no van a contar con nuestra complicidad a semejantes aberraciones.
No vamos a aceptar que olviden sistemáticamente acordarse de las víctimas civiles israelíes que soportan desde hace años, día a día, los misiles sobre sus casas.
Tampoco vamos a claudicar en el deseo de paz y en denunciar a aquellos que se niegan sitemáticamente a lograrla.
No vamos a callar frente a quienes han vulnerado nuestras vidas y nos han sumido en vergonzosos pilotes. No nos van a negar el derecho a celebrar este cese del fuego, como tampoco de desconfiar de sus garantías.
Desde aquí, como ciudadanos argentinos es difícil que podamos influir sobre las decisiones políticas que se toman en el Medio Oriente. Pero sí podemos denunciar el antisionismo y antisemitismo que debemos soportar en cada conflicto que involucra a Israel. Sí podemos denunciar la complicidad de quienes diciendo cuestionar una política de gobierno se dedican a cuestionar los fundamentos mismos de la existencia del Estado de Israel y lo tildan de estado genocida. Sí podemos, como lo decía Rosencoff, denunciar a quienes inmoralmente mientras tenemos dos atentados terroristas impunes en nuestro país, salen con sus sobrecitos de esa sustancia llamada moralina que los coloca en un lugar tan impune, tan cómplice.
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Nada mas querida gente, les dejo este chiste para cortar la amargura y también para reflexionar. BuenaPrensa, BuenMundo!

6 comentarios:

Klovs dijo...

bienvenido a la blogoesfera
DEspues te agrego un link

http://elrejunteil.wordpress.com

De a poco cada vez somos mas

Anónimo dijo...

de a poco somos mas y para que carajo sirven, tios tom...

Anónimo dijo...

claudio es lo unico que tenes para comentar? donde esta el dialogo? para que este post? si no lo podes manifestar o lo estas pensando? date dos siglos mas...

Buena Prensa dijo...

Nor:
no se a quién va dirigido tu comentario ni que quisiste decir.
Se mas especifica!
Buena Prensa, Buen Mundo

Anónimo dijo...

QANA: THE UNFORGETTABLE TRAGEDY 18th April 1996 + 30th july 2006

The Qana massacre was one of the blackest days in Lebanon's history. A year
after and the scars still remain. The villagers and the Lebanese in general
are unlikely to forget nor forgive this tragedy.

This is Qana, a little shanty town in south Lebanon. It is here where the
Lebanese believe Jesus performed his first miracle by changing water into
wine. But today Qana is known for something else. It is the site of a
massacre of more than 100 innocent Lebanese men, women and children by
Israel.

It has been a year since the Qana massacre occurred. The smell of death
still lingers in the air. Almost everyone here lost a loved one if not
their whole families when Israeli gunners slammed shells into this UN base
in Qana.

Those who perished in the Israeli attack were buried next to the base at
this communal grave where mostly charred and mangled remains of the victims
were laid to rest. But the pain and tragedy continue to haunt the
survivors.

25 year old Fatme lost her husband and three children including a 17 day
old baby in front of her eyes. "We were all in the camp," she recalled.
"And then the shells started raining on us. Two of my children were on my
lap. My husband was next to me with my son. Seconds later I looked around
and everyone was gone. My brother who was next to me was also killed. His
head was detached from his body. "

Fatme says she has no reason to live anymore. She can't sleep without
sedatives and cries as she flips through the pages of her album. They had
taken the pictures two months before the massacre.

Fatme's mother lost her son, 16 year old Abdel Kareem. Imm Ali has not
forgotten and the pain has not eased. "I watch footage of the massacre on
television. It makes me upset but I watch because I keep seeing my family.
If we didn't go to the base maybe they would be still alive", she added,
"but we thought we would be safe with the United Nations. My grandchildren
did not deserve to die, what was their crime", Imm Ali asked.

The survivors and those who lost loved ones will never forgive Israel for
the massacre. Mounira Balhas lost her husband and daughter. 39 members of
her family were killed in the attack. Her husband and daughter died in
front of her eyes. "I will never forgive Israel for what it did. They
killed my family for nothing. I curse them every minute of the day." Her
four year old daughter Lina was seriously wounded and had to be treated in
London for six months in order to walk again. But Lina cannot talk anymore
nor can she go to school since she suffered from mental damage.

Ali Balhas lost his parents, brothers, sisters, his wife and children. But
his three year old son Hussein miraculously survived. Fijian soldiers had
found Hussein among the bodies and thought he died when he fainted. He was
then placed in a body bag. Three hours later someone at the hospital
noticed a body bag moving and found Hussein alive. Hussein underwent
surgery in London on his right leg.

The refugees had taken shelter at the UN base thinking they would be safe.
But they were wrong. The Qana massacre was one of the blackest and most
deadliest days in Lebanon's history. The Lebanese are unlikely to forget
these terrible scenes nor forgive this tragedy.

israel return to do the crime again in Qana in 30th july 2006 ... after 10
years & to kill 70 persons more than half of the victims are children.

In the memorial of this unforgettable and unforgivable massacre , please
pray for the victims.


WE CAN'T FORGET YOU QANA AND WE WILL NEVER FORGIVE YOU ISRAEL.

Buena Prensa dijo...

Anonimo:
Hacete una leída sobre lo ocurrido en Qana. Estás bastante mal informado de los sucesos.
Te invito a que leas un post en este mismo blog:
http://buenaprensa.blogspot.com/2006/08/hezbollah-y-los-civiles.html

y que mires el video que también puedes ver en http://www.youtube.com/watch?v=lSNEYIPx6Qs&eurl=

y el excelente artículo que figura en http://elrejunteil.wordpress.com/2006/07/31/hezbollywood/

Saludos!

 
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